Testimonios - Sin Aliento - Rocío P. Núñez

Vuelvo a subir nuevamente un testimonio de una de esas personas que lucha día tras día cara a cara contra el enemigo invisible que nos acecha desde hace prácticamente un año, y que nos hace ver el desgaste emocional y físico que ello conlleva, sobre todo por el tiempo pasado y por la insensatez de algunas personas. Creo que no tiene desperdicio.

"Queridos todos:
Mi nombre es Rocío P. Núñez, soy enfermera vocacional, y desde que inicié mi carrera laboral, he aprendido cada día, paso a paso, a amar más mi profesión.

Escribo estas palabras para intentar que entre todos, acabemos cuanto antes con esta pandemia, que tanto daño nos está ocasionando.

Sé que está siendo duro para todos. Pero les aseguro, que quien más está sufriendo, son los pacientes, sus familiares y los sanitarios que llevamos al pié del cañón, trabajando sin tregua ni descanso, con personas contagiadas por Covid 19, desde Marzo del 2020.

A pesar del desgaste, cada día intento acudir a mi trabajo con buena predisposición y pensando en cuidar lo mejor posible a mis pacientes.
Pero ya casi no me queda aliento, se me está agotando la batería. Me fallan las fuerzas y los ánimos. Intento vivir el presente, sin pensar en el mañana, pero a pesar de ello, cada día que pasa, me siento más devastada, porque ya no puedo gestionar tanto dolor y sufrimiento.

Después de cada turno, regreso a mi casa, y mientras realizo mi "ritual de descontaminación", respiro hondo e intento reconvertir mis pensamientos negativos en positivos. Pero cada vez tengo menos energía, para superar el turno siguiente.

Cada día que amanece, me despierto sonriendo, y me preparo para ir al hospital y entregar lo mejor de mí. Pero ya no puedo más.
Últimamente todos los días son nublados para mí, aunque el sol brille con todo su esplendor.

No busco culpables ni responsables. Todos sabemos cómo se está gestionando esta crisis.

Tampoco quiero que piensen en mí como una víctima. Al contrario, soy una persona fuerte y alegre, y me siento privilegiada de seguir viva, porque llevo ya muchos meses viendo morir a demasiada gente.

Y además me considero muy afortunada, porque trabajo en lo que me gusta y elegí hace 26 años.

Lo único que deseo y necesito, es que esta pesadilla acabe cuanto antes. Hagámoslo posible entre todos, por favor."